En anteriores oportunidades hemos mostrado cómo algunas provincias, entre ellas Entre Ríos, vienen siendo sistemáticamente relegadas en la asignación de fondos de los denominados Programas "Federales" de Vivienda, que - dicho sea de paso - de "federales" no tienen absolutamente nada. Los Programas Federales de Vivienda se agregaron a los aportes del FONAVI, que, en cumplimiento de la ley vigente, hace el Estado nacional a los institutos provinciales de vivivenda. 

La gran diferencia entre los aportes FONAVI y las transferencias de los planes federales es que los primeros son automáticos, vale decir que se trata de una suma que surge de aplicar una alícuota para cada provincia. Esto brinda cierta previsibilidad y fundamentalmente impide la discrecionalidad del Poder Ejecutivo Nacional. Por el contrario, las transferencias de los programas federales se reparten sin ningún tipo de pauta establecida por ley, lo que pone en manos del poder central un peligroso mecanismo para beneficiar a unas y perjudicar a otras, lo que efectivamente ha sucedido desde mediados de la década pasada. Se trata de un factor más que opera en el sentido de agravar la crisis del federalismo fiscal y ahogar la autonomía de las provincias. 


Lamentablemente, las posibilidades de obtener información oficial actualizada para evaluar las políticas públicas de vivienda son muy limitadas. Las auditorías del FONAVI, que muestran a las claras los déficits cuantitativos y los desastres urbanísticos que la caracterizan, se publican con cierto retraso, y la última disponible es del año 2010. De todos modos, el Consejo Nacional de Vivienda ha publicado en su revista el detalle de las transferencias a las provincias en el marco de los programas federales de vivienda durante el 2011. 

Del análisis de la información se desprende que, lamentablemente, se mantiene la tendencia por parte del gobierno nacional de premiar a algunas gobernaciones afines y castigar a otras. Pero quizás lo más llamativo es verificar que algunas administraciones reconocidas por su genuflexión y su obediencia frente a los dictados de la Casa Rosada aún así figuran entre el lote de las provincias más perjudicadas. Es el caso doloroso de la provincia de Entre Ríos. Veamos algunos números: Durante el año 2011 Entre Rios recibió $ 95.265.300 en concepto de transferencias por programas federales de vivienda. 46 millones menos que en 2010 y 77 millones menos que en 2009. Más el deterioro del poder adquisitivo por efecto de la inflación, que - a falta de estadísticas creíbles - dejamos a criterio del lector. Las transferencias a Entre Ríos significan $77 por habitante por año. 

Si hacemos esta cálculo per cápita, encontraremos que Entre Ríos integra el grupo de las 7 provincias que menos recibieron. En el otro extremo, Tierra del Fuego y Santa Cruz lideran el pelotón de las más beneficiadas, con $ 754/habitante y $ 538/habitante respectivamente. El promedio nacional asciende a $ 132/habitante. Por lo menos nos queda algún triste consuelo, a Santa Fe y a Córdoba les fue peor. Y a Corrientes le fue peor que a todas, recibió sólo $ 5,38/habitante durante el año pasado. A este lamentable panorama ha quedado reducido el falaz "federalismo de los recursos".

FUENTE:
JOSÉ ANTONIO ARTUSI
Presidente del Comité Provincial de la UCR de Entre Ríos