Lo dijo Jorge D’Agostino en una entrevista con este medio ante la pregunta acerca de comportamientos de referentes radicales. Se mostró conciliador, aunque dejó advertencias. Habló de frentes electorales, kirchnerismo, desafíos y candidaturas.


El flamante presidente del radicalismo entrerriano dejó entrever el estado en que quedó el partido tras el desplome de la crisis de 2001. En una entrevista con Página Política reconoció errores en estrategias electorales pasadas y dijo preferir un frente como el chileno, en donde esté más la afinidad ideológica que la conveniencia electoral. También dio su opinión sobre la escasa relación que tiene la UCR con sectores gremiales. Jorge D’Agostino llegó al Comité Provincial en la lista que responde al grupo de Atilio Benedetti que, en la actualidad tiene la mayoría de los diputados en la Legislatura. 

-¿Qué le cuestiona y qué tomaría de la anterior conducción del Comité Provincial? 
-No hay cuestionamientos. Todo aquel que hace se equivoca y todo sirve. Nos han quedado trabajos de enorme importancia para esta gestión, especialmente las conclusiones de más de 500 correligionarios que participaron en el Instituto de Capacitación. Igualmente fue un éxito que espero repetir, el impulso dado al Foro de Concejales Radicales de Entre Ríos que demanda esfuerzo extra por la diversidad geográfica en la representación. Las derrotas siempre nos han traído experiencias y nosotros las tomaremos para corregir y adecuar el camino. 

-¿Qué cambios propone? 
-Se destacan programas de acción política descentralizada en diferentes autoridades, donde comparten responsabilidades los comités locales, departamentales, el Foro de Intendentes, el de concejales y vocales y desde el mismo Comité Provincial a través de diferentes integrantes. Estamos muy preocupados por la falta de respuesta del gobierno al Fondo Partidario Permanente como lo indica la Constitución, que a la oposición y en especial al radicalismo por su enorme estructura, le hace falta. Así como exigimos la transparencia en otros ámbitos, queremos que en el económico haya una atención como la ley manda. En la misma medida, el 29 de enero se podrán en marcha los programas de acción conjunta con la Juventud Radical, el sindical, el empresarial, y la coordinación con el Instituto de Capacitación del partido entre otras actividades. En la misma reunión se definirá el curso de acción con el Movimiento de Trabajadores Radicales de Entre Ríos que es una deuda de vieja data. Yo propondré al Comité Provincial la citación al congreso para el 23 de febrero y se distribuirán conclusiones de las comisiones de reforma de carta orgánica para que se empiecen a estudiar y sean tratadas antes de fin de año. 

-¿Se escuchó mucho en las filas de Atilio Benedetti duros cuestionamientos a dirigentes radicales que hasta el último día ante de las elecciones boicotearon la boleta del Frente Progresista Cívico y Social que en Entre Ríos daba la posibilidad de votar por Hermes Binner o Ricardo Alfonsín? 
-Lo pasado pisado, sin resentimientos y con mucha memoria. 

-¿Qué hasta el último día de la veda se haga eso no merece una sanción? 
-Yo asumí el 28 de diciembre y a partir de esa fecha estaré atento a las faltas disciplinarias que se cometan. De aquí en adelante, nada será retroactivo por mi parte. 

-¿Con qué fuerza política se ve en una alianza en las elecciones de octubre? ¿Binner aconsejó mantener el frente de 2011? 
-Siempre hemos puesto énfasis en que si hay un espíritu frentista, el mismo se concrete con quienes tienen denominadores comunes con el radicalismo. Hoy no puedo aventurarme, pero el radicalismo se está recuperando mucho a nivel partidario con la impronta de (Mario) Barletta y nosotros en Entre Ríos propiciamos que los frentes sean articulados en las legislativas desde el nivel nacional. De lo contrario las estrategias electorales cruzadas pueden interferir en el proselitismo. Según entendí, Binner aconsejó al Partido Socialista mantener el frente de 2011 y eso está bien que lo haga en su ámbito partidario. Nosotros priorizamos una estrategia nacional, frentista o no, pero nacional. 

-¿Cuántas propuestas electorales ve para las legislativas? 
-Estamos a mediados de enero y quizás las internas (PASO) sean en agosto, aún no se sabe porque es resorte del Poder Ejecutivo la convocatoria. Falta. Por lógica, dado el gran poder concentrado que tiene el oficialismo, cuanto más dividida esté la oposición habrá más chances para el kirchnerismo. Yo veo confusión en la sociedad opositora al gobierno, que parece querer que todos se junten para ganarle, lo que para nada es bueno, si no hay identidad de criterio y un programa común. Los diputados y senadores de distintos partidos que vayan en listas comunes, al llegar al Congreso se desparraman según sus orientaciones originarias y crean al dispersar los votos en las cámaras. Da una sensación de desilusión en el electorado que le quita calidad a la democracia. Si hay alianzas no me gusta que sea a lo Capriles (ex candidato a presidente de Venezulela). Prefiero una concertación como se ha experimentado en Chile donde más o menos todos piensen igual y no todos juntos en contra del gobierno. Pero en los procesos sociales nada es de la noche a la mañana. 

-¿Cuánto define esta elección con miras al 2015? 
-Si miramos 2009, podríamos decir que se determinan las bancas al Congreso y nada más. A mí modo de ver es tan volátil el voto en Argentina que las definiciones electorales, mayoritariamente, tienen que ver con el momento y no para el futuro. 

-¿Hay que darle prioridad a las simpatías políticas, por más que divida el electorado pero posicionarse para el 2015; o bancarse algunas cosas y hacer una mejor elección con menos propuestas en el cuarto oscuro? 
-Es verdad que hay tácticas que pueden servir como presentaciones de candidatos para entrar en la arena electoral con miras a largo plazo, pero no son recomendables en casos de concentración de poder como es el caso argentino 2013. Hay que asegurar el equilibrio del poder que no existe hoy en la Argentina. El radicalismo necesita llevar al Congreso diputados y senadores que detengan el proceso de deterioro institucional que genera esta gestión. La Presidenta en uso de la gran mayoría obtenida distorsiona su mensaje con pequeñas verdades que se convierten en grandes mentiras, esto es lo que se denomina el relato. El kirchnerismo no tiene un modelo de progreso, sino de permanencia. Lo vemos en las acciones que despliega, en el trato con las instituciones y en el manejo del Congreso. El abuso en el Consejo de la Magistratura para manipular la designación de los jueces, lo que ya habíamos anunciado como posible, antes de aprobar la ley reglamentaria, pero las mayorías aún la mantienen. Con este gobierno no se puede hablar del pasado porque te acusan de gorila, del presente porque te mandan a ganar elecciones y del futuro, porque nos están envenenando la democracia con un planteo maniqueo de amigo -enemigo, marco en el que es imposible lograr que funcionen consensos. La Argentina del presente y del futuro necesita hombres en el Congreso que peleen por el control del ambiente, por tener certezas económicas, y por recuperar la dignidad por el trabajo y el valor justicia. No es posible que en nombre de la eficacia condenemos ciudades enteras porque no hay fiscalización sobre las compañías mineras con métodos no convencionales perniciosos como la fractura hidráulica. Éste gobierno ha estado en gestión 22 años de los 30 desde 1983 y no tenemos plan energético sustentable. 

-Cuando ve las expresiones de los referentes gremiales se encuentra que un sector importante de la CTA está con Binner y otro con el kirchnerismo. La CGT es peronista, en sus diferentes versiones. Acá en la provincia ocurre algo similar: un sector importante de ATE está con el gobierno; otro se reparte entre diferentes expresiones, pero no aparece un referente que se identifique con el radicalismo. ¿Por qué sucede esto? 
-El partido trabajará en ése sentido, porque de lo contrario ocurre lo que usted dice que es verdad. Es un trabajo a largo plazo que debe acelerarse. 

-¿Cómo valora el rol que jugó el radicalismo en la Cámara de Diputados de la provincia? 
-El Frente Progresista Cívico y Social tiene 7 diputados y hay 34 en la Cámara. Se ha hecho en este primer año una excelente gestión, no sólo de estudio y presentación de proyectos, sino de participación en las comisiones. Se presentaron proyectos de ley muy importantes para la organización del Estado como la Derogación de la Ley Castrillón, reforma política, de partidos y electoral, Fondo Partidario permanente, selección de jueces suplentes conforme el pliego del Consejo de la Magistratura, impuesto inmobiliario rural, Ley de Comunas, protección de usuarios de telefonía, funcionamientos de centros de estudiantes, entre otros varios proyectos, que mucho cuesta su tratamiento, por más que los mismos diputados oficialistas estén de acuerdo. Con estos resultados siendo 7 de 34 la actividad ha sido excelente. Aunque no lloramos por ser minoría, damos el debate y siempre perdemos, pero nuestras posiciones políticas están. Nuestro bloque no vota con el oficialismo si no está de acuerdo y sí lo hace cuando lo considera apropiado, aunque ha ocurrido muy poco, porque la mayoría de los proyectos son del Poder Ejecutivo, varias veces traídos a las disparadas por necesidades de gobierno y es imposible votar altos endeudamientos, o emisión de bonos, o aumento de la planta de empleados sin previo estudio. 

-¿Cómo entiende que debe ser la relación entre un intendente radical y un gobernador peronista? A Ricardo Troncoso no le ha ido mal en las elecciones. ¿La gente lo ve como un radical que sabe negociar o en Maciá son todos peronistas? 
-Depende de la personalidad de cada uno, pero me parece desconsiderado instalar la idea de que los peronistas deben tener privilegios cuando el gobernador es peronista e igual al revés porque no corresponde. Las relaciones en democracia son con política y consensos cada uno dándole valor a sus convicciones y responsabilidades. 

-¿Va a ser candidato? 
-No tengo idea.
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