De acuerdo a esto, expresó la Senadora Nacional por la provincia de Córdoba, ahora tenemos dos caracterizaciones para dos tipos de argentinos valorados a través del ojo de una nueva moral, la moral oficial: Aquellos considerados por el gobierno nacional “enemigos de la patria”, que son los que tratan de ahorrar en otra moneda porque la moneda nacional se deteriora día a día. 

Son los contribuyentes que pagan cada día más impuestos, y que se convirtieron en víctimas de la paranoia y de la persecución oficial. Y por el otro lado, los grandes evasores que son los nuevos salvadores de la patria, por su aporte de fondos para financiar los proyectos nacionales y populares.

El Gobierno Nacional se maneja con un doble discurso nacido de una doble moral. Pasa de la crítica y la denuncia contra los que prefieren ahorrar en moneda extranjera, a la convocatoria a los evasores para financiar construcciones y desarrollo de emprendimientos energéticos con dinero de origen ilícito.

Queda en evidencia la necesidad de dólares tiene el gobierno que debe convocar nuevamente a los que tienen dinero en negro. Es evidente que la economía no tiene como generar los recursos necesarios para desarrollar un plan de viviendas o desarrollos energéticos y este gobierno tiene la penosa idea de recurrir al aporte de los evasores.

Esto es, además, un arma de doble filo: en algunos países se habla de narcodólares o, sin eufemismos, de dinero de la mafia. Esos “inversores” no son desinteresados y generalmente tratan de influir en las políticas públicas de los gobiernos a los que “ayudan”. Esta iniciativa abre la barrera a fondos ilícitos y, lejos de ser un impulso, puede terminar resultando la medida que acelere nuestra caída como república.

FUENTE:
WWW.SENADOUCR.GOV.AR