[29-01-16] Sin pelos en la lengua, el senador de Cambiemos habló de la crisis por la que atraviesan los partidos. Sostiene que sólo se supera con un financiamiento estatal, una efectiva regulación de su funcionamiento por ley, y la vuelta a las internas cerradas.

En el marco de la discusión por la reforma política, el senador Raymundo Kisser pretende impulsar una nueva ley de financiamiento de partidos políticos en Entre Ríos que le aporte “fuerza, contenido y presencia” para “insertarlos nuevamente en la sociedad”. 

“En Entre Ríos la actividad política ha quedado destinada a los tipos que tienen plata, que pueden invertir en hacer campaña o pueden hacer caja desde el gobierno. Pero el hombre común de la calle ¿está en condiciones de meterse dentro de un partido político y hacer campaña? En esto se mete la corrupción, el narcotráfico. Los partidos políticos no tienen sangre, están anémicos. Hasta ediliciamente se están cayendo”, comentó, en diálogo con Página Política, el jefe de la bancada de senadores de Cambiemos. 

El dirigente radical no tuvo pelos en la lengua para hablar del financiamiento de la política. “Cuando son gobierno, los partidos pueden rascar algún mango, pero cuando son oposición no existen”, diferenció. 

En esa lógica, Kisser sostuvo que el acuerdo con PRO se produjo -además de la oportunidad política que vio cierta dirigencia radical- porque “el radicalismo no tenía recursos” y eso obligó a los radicales a “hacer un esfuerzo tremendo para encontrar coincidencias ideológicas con el PRO”. 

Formación 
“Los partidos políticos no pueden seguir siendo una cueva de vagos, atorrantes, de busca cargos. Tienen que servir para la formación de funcionarios”, plantea. 

A su juicio, en los años no electorales cada partido político tendría que estar obligado a “presentar a la sociedad un trabajo de investigación sobre algún tema de libre elección de la provincia”, a un “órgano extra poder, tipo Consejo de la Magistratura, integrado por los profesionales, las universidades, las ONGs representativas, los partidos, los tres poderes”. 

Ese órgano es el que debería administrar el fondo de financiamiento de los partidos que “tiene que venir del presupuesto de la provincia”. 

La ley que proyecta Kisser le exigiría a los partidos la rendición de cuentas de esos fondos, especificando qué porcentaje deben dedicar al funcionamiento del partido, a la formación política, o a la difusión de sus ideas. 

“Los partidos están cada vez más alejados de la sociedad. Hemos tenido muchos candidatos que no pasaron jamás por la militancia y este mismo gobierno ha tenido que salir a buscar funcionarios que no pisaron jamás un barrio, que no conocen la realidad social y que son sólo técnicos”, lamenta. 

Para Kisser, el político “tiene que ser el arquitecto de la sociedad; tiene que estudiar el terreno, saber que recursos hay, armar el proyecto sabiendo que quiere la sociedad, quiénes y cómo van a vivir. Eso un técnico no lo sabe. Lo sabe el que mantiene el mano a mano con la gente todos los días, y eso se ha perdido”. 

Internas cerradas 
“La experiencia ha demostrado que las internas abiertas y simultáneas permiten que el radicalismo se meta en la interna del peronismo y el peronismo en la del radicalismo y definan quien gana. Tenemos que volver a un sistema por el cual quien quiera ser candidato deba afiliarse y trabajar dentro de un partido político”, plantea el ex presidente de la UCR entrerriana. 

Eso supone la derogación lisa y llana de la Ley Castrillón, que en Entre Ríos regula las internas abiertas y simultáneas, para volver al régimen de internas cerradas, donde sólo los afiliados a un partido estén en condiciones de votar para elegir a los candidatos. 

“Así vamos a terminar con los vagos, los atorrantes y los platudos, porque la sociedad se va a meter adentro y los va a reemplazar, pero para eso tenemos que dotarlos de recursos”, afirma. 

Kisser explica en esta lógica el predominio que tuvo el ex diputado Atilio Benedetti en los últimos años dentro de la UCR. “Es el tipo que ha venido manteniendo el partido, el hombre que ha puesto más plata en el partido, porque su situación económica se lo permitía. Y le ha cerrado la puerta a más de uno. A mí me costó muchísimo ser senador: tuve que arreglar por fuera del partido”. 

“No funciona la democracia sin partidos. Hoy funciona con alianzas, que son efímeras, circunstanciales, muchas veces movidas por otros intereses más personales, por liderazgos accidentales que surgen. Estamos en una democracia debilitada”, definió. 

Kisser es optimista respecto a que prospere una iniciativa en este sentido. “La gente del peronismo esta en la misma situación, coincidimos muchísimo”, asegura.

FUENTE:
paginapolitica.com